Dean & Leibsohn apelan al término
hibridez para estudiar la heterogeneidad de varios productos visuales del
periodo colonial en la Nueva España y el Perú. Optan por la hibridez para
explicar la descendencia mezclada de ciertos objetos y prácticas (5). Las
autoras señalan el uso de “criollo” y “mestizo” para describir manifestaciones
culturales con elementos indígenas y europeos. También indican la emergencia de
la “hibridez”, especialmente en Europa y norte América (7). Aluden a una
tendencia en que la hibridez se refiere más a eventos políticos y culturales
que a procesos biológicos y orgánicos (9).
Lund realiza un análisis teórico de la
hibridez. Parte de la concepción de Bhabha del papel de la hibridez en la
deconstrucción de las reglas de formación de la identidad (43). La hibridez
para Bhabha se daría al nivel de la representación y sería explícitamente
material (45). Anota Lund que la
hibridez no ha tenido una calurosa recepción en el campo de la crítica
literaria latinoamericana por sus estrechos lazos con el discurso del mestizaje
(47). Lund/Bhabha no desconocen la articulación entre hibridez y raza, pero Lund
privilegia el vínculo con el discurso colonial.